Introducción:
Droga, sustancia química natural o sintética con efectos
sobre el sistema nervioso central, que se consume para obtener una alteración
del estado de ánimo que resulta placentera y que puede producir fenómenos de
tolerancia y adicción.
El término ha perdido sus
antiguos significados de sustancia química utilizada en la industria, en
pinturas o en limpieza (droguería) y de fármaco (sustancia química con
actividad terapéutica).
El número de sustancias que se
engloban bajo esa denominación es muy amplio y diverso. Las drogas incluyen
fármacos de prescripción legal cuyo uso indebido conduce a problemas de
drogodependencia (barbitúricos), sustancias que se compran y se venden de forma
ilegal (cocaína, heroína, Cannabis, LSD) y otras que se comercializan de forma
legal (alcohol y tabaco).
Marihuana
Introducción:
Marihuana, nombre común del producto
obtenido de las hojas secas y las flores de la planta del cáñamo, Cannabis
sativa. Esta droga se fuma o se mastica por su efecto alucinógeno y
narcótico. El ingrediente psicoactivo de la marihuana, el tetrahidrocannabinol
(THC), se concentra en el centro de las flores. El hachís, un extracto de la
resina de la planta, tiene una concentración de THC ocho veces superior a la
marihuana.
Efectos:
Sus consumidores describen
dos fases en los efectos: primero, estimulación, mareo y euforia; y después,
sedación y tranquilidad placentera. Los cambios de humor se suelen acompañar de
alteraciones en las percepciones del tiempo, del espacio y de las dimensiones
del propio cuerpo. Muchos consumidores refieren aumento del apetito, aumento de
la percepción sensorial y sensación de placer.
Los efectos negativos
incluyen confusión, ataques de ansiedad, miedo, sensación de desamparo y
pérdida de autocontrol. Los consumidores habituales de marihuana pueden
desarrollar un síndrome amotivacional que se caracteriza por pasividad,
disminución de la motivación y preocupación por la dependencia de la droga.
Como ocurre en la intoxicación por alcohol, en la intoxicación por marihuana se
produce un deterioro del juicio, de la comprensión, de la memoria, del
lenguaje, de la capacidad para resolver problemas, del tiempo de reacción y de
la destreza para conducir.
No se han determinado
los efectos del uso prolongado de la marihuana sobre la capacidad intelectual y
tampoco se ha demostrado que su consumo produzca lesiones cerebrales. Sin
embargo, fumar marihuana puede dañar los pulmones y su consumo a largo plazo
puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de pulmón. Aunque el consumo de marihuana
no origina adicción física y su abandono no produce síndrome de abstinencia, en
los consumidores habituales sí puede originar una dependencia psicológica.
Cocaína
Cocaína, alcaloide que se obtiene de
las hojas de la planta de la coca y que se emplea con fines médicos como
anestésico local. También posee un uso muy extendido como droga. Las culturas
del imperio Inca masticaban las hojas de la coca para obtener una leve euforia,
estimulación, y un estado de alerta. Este fármaco fue utilizado como anestésico
local en cirugía menor. En la actualidad, se emplean en su lugar anestésicos
locales, como la lidocaína, con una potencia menor para crear adicción.
El clorhidrato de cocaína, una sal
hidrosoluble, es un polvo blanco seco que se suele inhalar a través de un tubo
fino que se introduce en el orificio nasal. Con menos frecuencia se inyecta en
las venas. También se puede fumar en forma purificada mediante una pipa de agua
o en forma concentrada cortada en bolas y colocada en un instrumento especial.
Los consumidores experimentan euforia, estimulación, y disminución del apetito.
También aumenta la frecuencia cardiaca, eleva la presión sanguínea y dilata las
pupilas. Su uso crónico puede producir abscesos cutáneos, perforación del
tabique nasal, pérdida de peso y lesión del sistema nervioso. Entre los efectos
mentales nocivos se encuentran inquietud, ansiedad, e irritabilidad intensas, y
en ocasiones psicosis paranoide.
Opio
Opio, narcótico que procede de la
desecación del jugo de las cápsulas verdes de la amapola del opio, Papaver
somniferum. El opio crece principalmente en Turquía e India y se distribuye
de forma ilegal.
En su forma comercial, el opio es una
masa redonda de color castaño, pegajosa y más bien blanda, aunque su interior
se endurece conforme pasa el tiempo. Se procesa en el alcaloide morfina aunque
en la actualidad se dispone de sustitutos sintéticos como la petidina. La
heroína, un derivado de la morfina, es tres veces más potente. La codeína es
otro alcaloide opiáceo muy importante.
Las moléculas de opiáceos tienen
propiedades analgésicas similares a los compuestos llamados endorfinas o
encefalinas producidas en el organismo. Con una estructura similar, las
moléculas de opiáceos ocupan muchos de los receptores nerviosos de éstas y
proporcionan el mismo efecto analgésico que el producido de forma natural en el
organismo. Los opiáceos producen primero una sensación de placer y euforia,
pero cuanto mayor es su empleo mayores son las cantidades que demanda el
organismo para alcanzar el mismo estado de bienestar. Su retirada origina
muchas alteraciones, por lo que los adictos mantienen su consumo con el fin de
evitar los efectos adversos, más que de alcanzar el estado inicial de euforia.
La malnutrición, las complicaciones respiratorias, y el descenso de la presión
sanguínea son algunos de los trastornos asociados a la adicción.
Hoy el opio se vende en la calle en
forma de un polvo o un sólido marrón (café) oscuro, y se fuma, ingiere, o
inyecta. Aunque el narcótico sintético metadona se ha utilizado para ofrecer a
los adictos un medio de liberarse de los opiáceos, también crea adicción. La
recuperación completa de la adicción a los opiáceos requiere años de
rehabilitación social y psicológica.
Dietilamida del
ácido lisérgico (LSD)
Dietilamida del ácido lisérgico (LSD),
fármaco alucinógeno potente, también llamado compuesto psicodélico o
psicofármaco, sintetizado por primera vez en Suiza en 1938 a partir del ácido
lisérgico. El ácido lisérgico es un componente del moho del cornezuelo del
centeno, un hongo que crece sobre el grano del centeno. Este fármaco produce
cambios oníricos, en el humor y en el pensamiento, y altera la percepción del
tiempo y del espacio.
El LSD induce alteraciones transitorias
del pensamiento, del tipo de una sensación de omnipotencia o un estado de
paranoia agudo. También se han descrito reacciones a largo plazo como psicosis
persistente, depresión prolongada, o alteración del juicio, aunque no se ha
podido establecer si éstas son resultado directo de su consumo. Respecto a sus
efectos físicos, el LSD puede producir lesiones cromosómicas de las células de
la serie blanca de la sangre; sin embargo no existe una evidencia firme de que
origine defectos genéticos en los hijos de los consumidores.
El LSD no produce dependencia física.
En la década de 1960 su empleo se extendió entre quienes buscaban alterar e
intensificar sus sentidos, alcanzar la integración con el universo, la
naturaleza y ellos mismos, e intensificar los lazos emocionales con los demás.
Este fármaco ha sido probado en el tratamiento
del autismo infantil, el alcoholismo, y para acelerar la psicoterapia, pero no
se ha establecido ninguna indicación médica. Su empleo fuera de la medicina es
ilegal en la mayoría de los países del hemisferio occidental.
Éxtasis (droga)
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INTRODUCCIÓN
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Éxtasis
(droga), término popular que recibe un tipo de droga ilegal que
altera el estado de ánimo, cuyo nombre químico es 3,4-metilendioximetanfetamina
(MDMA). Forma parte de un grupo de sustancias que se conocen con el nombre de
drogas de síntesis o drogas de diseño. El éxtasis es estimulante y perturbador
del sistema nervioso central. También se conoce con el nombre de X, XTC, droga
del amor y Adán.
Tras su prohibición, los
traficantes de drogas comenzaron a fabricarlo de forma clandestina y a venderlo
bajo el nombre de éxtasis.
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EFECTOS
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Por lo general, el éxtasis
se consume por vía oral en forma de pastillas. La droga afecta principalmente
al cerebro actuando sobre la serotonina, un neurotransmisor (sustancia química
que transporta señales entre las células nerviosas). Eso produce cambios del
humor y alteraciones de la percepción.
El éxtasis produce una
desinhibición de la emotividad con un sentimiento de euforia, aumento de la
sociabilidad, de la capacidad de comunicación y sensación de acercamiento a los
demás. El consumidor puede sufrir además ansiedad, agitación, náuseas, sequedad
de boca, sed, sudoración, temblores, espasmo de los músculos de la mandíbula,
aumento de la temperatura corporal, deshidratación y elevación de la tensión
arterial y de la frecuencia cardiaca.
El consumo de éxtasis
interfiere con la capacidad del organismo para regular la temperatura, lo que
puede producir una hipertermia peligrosa, que puede provocar un fallo hepático,
renal y cardiovascular. Las dosis altas originan insomnio, ansiedad, crisis de
pánico, alucinaciones, riesgo de convulsiones, insuficiencia renal,
insuficiencia hepática, trombosis, arritmias y hemorragias o infartos
cerebrales. Existe la posibilidad de que aparezcan crisis de ansiedad,
trastornos depresivos y trastornos psicóticos.
Algunos consumidores habituales
desarrollan tolerancia, lo que significa que necesitan tomar dosis cada vez más
elevadas y frecuentes para obtener los efectos de la droga. Cuando los efectos
del éxtasis desaparecen puede experimentarse, incluso días después, cansancio,
sentimientos de depresión y otras alteraciones del humor.
Pasta Base o Pasta Básica:
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